Cuando llegamos al jardín de Gaby vimos una gran explanada de césped con tres Sauces como centinelas en el centro, el alambre de gallinero cercándolo y allá abajo después de la pendiente y leeejos, leeejos la laguna.
" abrió una boca tamaña
la luna sobre el sauzal,
y con lágrimas de estrellas,
el cielo rompió a llorar..."
decía Juan Burghi en esa poesía tan linda aprendida en la niñez.
Si existe el llamado de la tierra, bueno, nosotras escuchabamos el llamado del agua.
Una sucesión de terrazas, en distintos niveles, fueron diseñadas para acercarnos a la orilla
Una vez que la idea estuvo plasmada solo fue empezar
Cada lugar, una vista distinta de la laguna, El jardín se abrió y creció.
Los colores del otoño y las gramíneas con sus panojas enmarcan el lugar y nos indican la llegada del otoño
El antes y el después